Carlos R DelRio

Biografía de Carlos del Río

En la hermosa Ciudad de los Tinajones, Camagüey, nació el 27 de Agosto de 1956 un hermoso bebe al cual sus padres, Orlando y Zoila DelRio, nombraron Carlos Rolando. Fue el cuarto retoño de entre sus hermanos: José, Marta, Orlando, Xiomara, Roberto, Nancy, María, Isia, y Michael. En 1969, a los trece años, dejó su tierra natal, y con su amada familia emigró a los Estados Unidos, radicando en la ciudad de New Jersey hasta 1975.

Durante ese tiempo es de mencionar que estudió y se graduó en la Escuela Superior Emerson, clase de 1975. Cuando cursaba el octavo grado conoció a la bella jovencita, Reina Cabadilla, con quien empezó un hermosa relación que condujo a un sólido matrimonio de cuarenta y cinco años. La ceremonia se efectuó en Union City, NJ el 6 de diciembre de 1975. La joven pareja inmediatamente pasó a vivir a Ohio. Allí comenzó Carlos su carrera de 42 años en la Nestlé, en donde llegó a ocupar el cargo de Manager General. Fue en Ohio también donde nació su hijo Matthew como un regalo especial del cielo. En 1992 la familia Del Río se mudó a Fort Worth TX., en donde residieron hasta el presente.

En 1992 la familia conoció la iglesia a través de Reina, quien fue la primera en aceptar el evangelio y recibir el bautismo en 1994. A pesar de que al principio Carlos no compartía la fe, llevaba cada Sábado a su esposa e hijito para que participaran de los servicios en la humilde misión de la calle Runnels. Años después, en 1996 comenzó a participar de los servicios. Dios tocó su corazón a través de un mensaje predicado por la M. Evangelista Eloísa López  titulado: “Es tiempo de salvación, y no nos podemos quedar atrás”. Desde entonces comenzó a recibir clases de doctrina, y finalmente fue sumergido en las aguas del bautismo en Mayo 24 de 1998, por el entonces obispo y pastor de la iglesia local, Miguel Rodríguez. Desde ese día, Carlos entregó su vida a Cristo por completo y fue el comienzo de una relación estrecha con su Salvador.

********

Durante toda su carrera espiritual Carlos se destacó por mantener una vida de oración y fervor espiritual. Su versículo favorito era Mateo 6:33-34. ”Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os congojéis por el día de mañana; que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán.”

Abril 2, 2016 fue la fecha memorable en que Carlos recibió la unción del Espíritu Santo. Su mensaje, interpretado por el Ob. Vicente Díaz dice así:

“De las riquezas de mi sabiduría te he dado para revelarte la profundidad de mi amor por ti y así pudieses llegar al lugar de arrepentimiento. Eres bienaventurado pues no a todos es concedida esta bendición. De oídas me habías oído, más ahora tus ojos me ven, pues como a Saulo he quitado de tus ojos lo que impedía que contemplaras mi Majestad. Levántate Carlos, que haré de ti un instrumento de poder en mis manos, pues yo te escogí desde el vientre de tu madre. Sólo demando de ti que seas humilde y obediente a mi voz y haré cosas grandes y maravillosas usándote en este tiempo del fin. Alaben mi nombre; hoy hay fiesta en los Cielos. Amén.”

Tal como dice el mensaje, nuestro hermano Carlos fue muy útil en la iglesia, pues fue miembro del concilio pastoral local, ministro local del ministerio de los Caballeros, y percusionista en la iglesia. Sus maracas serán echadas de menos en nuestros servicios de alabanza.

El día 26 de Julio de 2021 se nos fue de manera sorpresiva para todos, más estamos ciertos de que los planes de Dios para él, aunque incomprensibles para nosotros, están llenos de su infinita sabiduría y misericordia. ¿Quién entendió la mente de Dios? Sólo nos resta una firme esperanza de gloria, pues pronto llegará el glorioso día, cuando al toque de la Final Trompeta nuestro hermano Carlos resucitará a vida eterna, para participar del gozo sin fin de los redimidos.

Hoy sus hermanos en la fe acompañamos en el dolor a su amantísima esposa Reina, a su hijo Mathew  (para el que fuera además de padre su mentor y amigo inseparable), a su anciano padre y sus hermanos y familia que le sobreviven. ¡Cobremos ánimo! ¡Celebremos su vida! En este momento en que nos despedimos no lo hacemos con el triste adiós de los que no tienen esperanza, sino con un breve hasta luego, hasta el día en que abrazemos de nuevo a Carlos en la patria celestial.